Ser homosexual para mí estuvo claro desde que empecé a entender que las personas se juntaban porque se sentían atraídas. Mi mejor amigo siempre fue un chico rubio muy pequeño a quien yo defendía del bullying en el colegio, se llamaba Adrián. Como siempre he sido muy alto y fornido por ser un hombre negro, nadie tenía problemas ni los quería tener conmigo. Pero por dentro, era más delicado que una princesa. Pero sabía que Adrián solo estaba conmigo por protección.
Luego de ir a la universidad, todo empezó a mejorar para mí porque ahí todos quieren experimentar. Además de la cantidad de chicas que querían tener mi polla negra solo por fetiche, también estaban esos chavales blancos y gay que querían probar su dosis de follada interracial. Y fue la mejor etapa de mi vida porque pude tener sexo con muchos blancos y además de meterle mi enorme polla en sus culitos hermosos. También pude darme el gusto de ser penetrado por ellos.
Nunca olvidare esa noche en mi dormitorio donde hicimos una fiesta de cinco, todos gay y todos vestidos de mujer. Obviamente yo la pensé y yo la organice. Por eso no era casualidad que todos eran blancos y muy delgados. Pequeños comparados con mi contextura y luego de algunas cervezas, empecé el juego donde yo era el esclavo que tenía que ser follado por sus amos por no haber cosechado suficiente algodón. Fue más que existente la fantasía, me imaginaba como uno de esos esclavos que rogaban tener la polla de su amo dentro del culo porque sencillamente eran homosexuales y debían callarlo.
Luego hicimos una versión diferente, donde yo era el esclavo que tomaba venganza de sus amos esclavistas y metía mi gran polla negra dentro de sus bocas y me corría en sus caras. Lo que adoro de los gay negros, es que adoran ser tratados como perras mientras los estas follando, eso hace que sea más divertido el sexo. Porque vamos: un hombre negro activo siempre es excitante y si luego me pongo a cuatro patas para que me la metan por el culo, también sigue siendo excitante lo del tío de color que es pasivo.
Ahora vivo como mi novio. Estamos pensando en mudarnos a una ciudad donde podamos casarnos y los juegos de roles no paran. Soy muy feliz con él y como era de esperarse, es un chico escoses muy blanco con una divina verga con el glande rosado. Adoro dejarle el ano abierto y meterle la lengua, el color rosa que tiene y como se ve cuando abierto. Además sus tetillas rosadas, me despiertan el deseo.
