Soy gay y quien fue mi amigo de la infancia, se convirtió en mi novio. Nos llevamos muy bien y él es muy hermoso, hacemos muchas cosas juntas y creo que estoy enamorado de él. Pero un día se fue de viaje donde su abuela que estaba enferma y mientras yo estaba solo en mi casa, escucho que tocan el timbre. Al abrir, era su primo. Me dice que busca a mi novio y me pareció extraño que no supiera que estaba donde su abuela. Pero igual lo hice pasar para contarle todo.
Cuando de repente sin avisar se acerca y me besa. Tengo que admitir que sentir su lengua me gusto, fue repentino pero delicioso, por unos segundos me mede quieto mientras me besaba, pero luego lo empuje y le dije que yo estaba con su primo. Él se disculpó y me dijo que siempre le había gustado desde que estábamos pequeños. Entonces me fui a la cocina para buscarle una bebida, mientras, seguía hablando de mi novio y el viaje que tuvo que hacer donde su abuela.
Pero tal vez mis pantalones cortos que aparentaban mi culo hizo que no se pudiera resistir y se acercó rápidamente detrás de mi para tomarme la polla con una mano y con su boca besarme el cuello. Tengo 18 años y no tengo mucha experiencia con eso de ser fiel, así que caí rápidamente en la tentación, porque un moreno con manos firmes como él, es difícil de resistir. Entonces me volteé a besarlo sabiendo que solo podía dejarme llevar. Luego de tocar sus tetillas, empecé a chuparle la polla con muchas ganas y la tenía muy deliciosa. Su pene empezaba lubricar y yo jugaba con el poquito de semen que había salido. Era diferente al de mi novio y la tenía más grande.
Luego que la tuvo duro, baje mis pantalones para que la metiera en el culo, pero sorpresivamente empezó a pasarme la lengua por el ano. Eso me puso muy caliente y lo lleve al sofá de la casa para ponerme en cuatro patas y que me la pudiera meter más fácil. También quería tener mis piernas descansadas y poner masturbarme mientras ese moreno hermoso me follaba el culo. Así estuvimos un largo rato, hasta que la saco y me la puso en la boca para que la chupara y lo hiciera acabar. Lo hice y me frote todo su semen por mi cara y luego, estuvimos desnudos besándonos un buen rato.
Ambos juramos que jamás volveríamos a hablar de eso y que mi novio no se podía enterar por ningún motivo. Pero admito que muchas noches en mi cuarto, pienso en él y me masturbo recordando el día que estuvimos follando en mi casa. Creo que quede con ganas volver a tener sexo con él.