Mi primera follada homosexual

Desde chico siempre me sentí una niña, cuando estaba solo me ponía los vestidos de mi hermana y me miraba al espejo dando vueltas como una princesa. Nadie sabía que yo hacía eso y el temor de que mis padres supieran, siempre estuvieron presente. Pero vivir en un pueblo chico no ayuda mucho, yo sabía que quería ser mujer y estar con hombres, pero era algo que se suponía que no debía hacer.

Entonces a los 18 años conocí una chica, nos hicimos novios y todo parecía ir “normal”. Problemas típicos de parejas heterosexuales y todo lo demás. Mis padres estaban felices porque creían que terminaría casado de alguna forma con una mujer, pero yo sabía que tarde o temprano todo se iba a ir a la mierda. Aunque tengo que admitir que estar con una chica promiscua ayudo mucho, yo sabía que ella me era infiel, pero mi yo interno me decía que eso no importaba para nada.

Un día conversando sobre fantasías, ella me dijo que quería hacer intercambio de pareja. A los días estábamos en internet y un mes después quedamos con una pareja cerca de nuestra cuidad. Nos conocimos, tomamos unos tragos e hicimos intercambio de pareja. Todo fue bien, mientras este tío se follaba a mi novia, yo hacía lo mismo con la de él. Pero todo dentro de un marco heterosexual. Ni siquiera ellas lo hicieron entre ellas mismas.

Fueron varias veces hasta que mi relación con esa chica termino y yo me mude. Pero unos meses después recibo un mail de la pareja (del esposo que se llamaba Carlos). Él me pido vernos y al decirle que estaba separado, me dijo que no importaba que igual podíamos tomarnos unos tragos. Entonces fui, ya que no tenía nada que perder y ambos eran personas muy agradables.

Estando en su casa y luego de unas copas, Carlos entra al cuarto y me deja solo con Claudia, quien se dirige a mi muy cerca en el sofá y monta su pierna sobre la mía. No me emocionaba la idea hacer un trio con ellos hasta que sentí que por detrás de mí se acercaba Carlos y empezaba a tocar mi pecho de una forma muy cariñosa. Entonces ahí me anime, toma sus manos para frotarla por mi cuerpo mientas su esposa aprovechaba para chupar mi polla.

Admito que no me esperaba jamás que pasara eso, pero fue una grata sorpresa cuando Carlos bajo su rostro y se acercó a besarme. Fue la primera vez que bese a otro hombre y quería tragarme toda su lengua. Su mujer seguir chupando mi polla mientras su esposo ponía la suya en mi mano. En ese momento me deje llevar y empecé a chuparle la polla con muchas ganas. No tenía idea lo divino que podía ser tener la verga de un hombre en la boca. Sentir sus venas prensadas con mi lengua y saborear lo suave de su cabeza, hacia que mi propia verga se pusiera más dura. Yo era virgen por el culo y ya en ese punto quería dejar de serlo. Así que luego de ver que su pene estaba tan duro que podía penetrarme, termine de bajar mis pantalones e intente metérmela por el culo.

Dolía, pero las ganas que tenía eran más fuerte que cualquier dolor que podía sentir y rápidamente tenía toda esa verga gruesa metida hasta el fondo de mi culo y mi propia polla estaba muy tiesa mientras su mujer la seguía chupando. Luego ella se montó como pudo sobre mí para penetrar su vagina y a mí lo único que me importaba era que su marido me siguiera follando. Penetrar una vagina era un precio que podía pagar con su gusto.

Luego ella se puso boca arriba sobre el sofá e hizo que yo se la metiera en esa posición, rápidamente lo hice porque sabía que detrás de mí, estaría su marido clavándome como a una zorra con mucha fuerza. Pude correrme una vez dentro de ella y ella parecía que le excitaba tanto como a mí ver a su hombre follando a otro macho. Así lo hicimos varias veces, mientras yo se lo hacía a ella, él me follaba a mí. Fue mi primera vez como homosexual y aunque estuvo involucrada una vagina, debo decir que haber sido follado por un hombre me confirmo que prefería tener una polla en el culo que meterla dentro de una mujer.

1.479 Veces leído

Sigue leyendo más historias excitantes:

Deja un comentario