Siendo mayor que yo por 4 años, siempre fue más madura que yo. Desde siempre recordé lo cariñosa y protectora que ha sido conmigo. No puedo diferenciar entre el amor hacia una mujer y el amor hacia mi hermana que es parte de mi familia. Creo que el primer recuerdo de la primera vez que me beso, fue cuando yo tenía 10 años. Por dormir en la misma habitación, éramos muy unidos y yo siendo un crio aun, ya ella tenía más claras las cosas teniendo 14 años.
Esa noche estuvimos viendo una película de miedo en la sala de casa, mamá estaba con nosotros y mi hermana me tenía abrazado para que no sintiera miedo. Recuerdo que apretaba mis pies con su entrepierna y tomaba mis dos manos con las suyas. Mamá me decía que no tenía que gritar ni sentir miedo por la película, que nada era real. Pero si estaba aterrado, era muy pequeño para no estarlo.
Luego de terminar la película, fuimos a dormir y entrando en la habitación, mi hermana me dijo que podía acostarme en su cama si tenía miedo. Realmente lo tenía y no dude en hacerlo. Ella siempre fue y ha sido muy genial conmigo, no me imagino la vida si ella no hubiese estado a mi lado siempre. Siento que es una mitad de mí y la amo con todo mi corazón. Luego acostarme a su lado en su cama, me abraza completamente y toma mi cabeza con una mano; con la otra tapa mis ojos y me dijo que no pensara en cosas malas que estaba a salvo. Me pidió que la abrazara muy fuerte y pidiéndome que no hable, juntó sus labios contra los míos. En ese momento me sentí muy seguro; protegido y a salvo. Así me quede dormido.
Ese día todo cambio para mí. Tener a alguien mayor que te protege, es una sensación que me dio mucha seguridad, saber que alguien siempre estará ahí para ti, es gratificante. Desde ese día, algunas veces dormía con ella. Cuando había tormentas o cuando veíamos películas de miedo. A veces cuando mi madre no estaba viendo, ella acariciaba mi cabeza y besaba mis labios. Hasta que cumplí 12 años y ella tenía 16. Yo volvía del parque en la noche y luego de una ducha, entre al cuarto a acostarme. Mi hermana estaba en su cama con pijama muy corta, como siempre. Al verme entrar, me pide que vaya a su cama para que le cuente como me fue en el día.
Mientras le contaba lo que había hecho, ella tocaba mi nariz con sus dedos y con la otra mano, intentaba hacerme cosquillas en el estómago a modo de broma. Pero en un momento, a mitad de mi historia, tomo su iPod y lo puso en la mesa de al lado de su cama y me pidió que la abrazara. Lo hice y me dijo que metería su lengua en mi boca para que yo la chupara. Lo hice y luego de un rato, me pido que lo hiciéramos al inversa: yo metería mi lengua en su boca y ella me la iba a succionar.
Por muchos minutos lo hicimos, nos besamos y yo la apretaba muy fuerte. Teníamos los ojos cerrados y ella tenía la mano sobre mi rostro. Así nos quedamos dormidos. Se puede decir que ella me enseño a besar. Hoy en día tengo 30 años y mi hermana 34. Se casó y tiene sus hijos, yo aún sigo soltero pero siempre que estamos solos, nos abrazamos y nos besamos.
