A mis 18 años solo quería tener mi propio dinero para comprar mis cosas; independencia y todo lo demás. Conseguí trabajo de mensajería y me gustaba porque podía conversar con las personas y además escuchaba historias algo extrañas. Un día entregando un paquete una señora de avanzada edad, me dice que debajo de su casa hay una tienda donde venden juguetes sexuales; solo como algo jocoso me lo conto.
Pero mi curiosidad fue muy grande y al día siguiente volví para echar un vistazo desde afuera, pensé que todo era muy misterioso y que me verían con mala cara al querer entrar. Pero me llene de valor y luego de que una pareja había entrado, yo lo hice también. No podía creer la cantidad de juguetes que había: todas las formas y tamaños. La gente hablaba tranquilamente como si estuvieran comprando patatas.
Me decidí por uno pequeño y con una puntita para estimular el clítoris, me pareció buena idea que mi clítoris sintiera algo mientras mi coño era penetrado. Llegando a casa tome una ducha y luego de ponerme un tapa ojos y unos audífonos para no oír nada, prendí mi nuevo vibrador para probar lo que se sentía. Lo primero que sentí fueron las cosquillas de la punta vibrando sobre mi clítoris y unos pequeños corrientazos ricos. Me sentía tan emocionada como excitada, sentía que estaba descubriendo lo más increíble del mundo y que nada sería lo mismo luego de eso. ¡Y no lo fue nunca más!
Mientras más lo acercaba a mi coño más caliente y húmeda me ponía; mas brincaban mis piernas por todos lados. Las podía abrir y cerrar sin problemas y la punta de mi juguete jamás perdía el blanco. Tampoco se pone flácida y con eso ningún hombre puede competir. Hasta que ya no aguantaba más y tuve que metérmelo completo por mí coñito que lo único que quería era apretar esa cosa. Mi cadera se movía sola y sin buscarlo empecé a tener orgasmos.
No sabría decir que tiempo pudo haber pasado, pero si sé que alcance niveles de excitación que jamás había tenido con mis dedos. Mi rajita no paraba de lubricar y luego de haber tenido tres orgasmos, ni siquiera lo saque de entre mis piernas y me quede dormida por unas horas.