El marido de mi mamá me ha follado el culo y me gusta

Soy una chica de 22 años que aún está en el instituto. Mi vida era como la de todas hasta que un día hice algo que parece que no está bien pero no pienso dejar de hacerlo. Mamá se separó de mi papá hace mucho tiempo y nunca supe la razón. No me dijeron y se quedó así. Tal vez no eran el uno para el otro y eso es lo que pasa con los matrimonios.

Mamá y yo vivimos juntas y siempre la sentí un poco sola; papá se volvió a casar y me pareció injusto que ella no tuviera a alguien en su vida. Hasta que un día me presento a un amigo, lo invito a casa y luego de cenar me dijo que estaban saliendo y que hace mucho tenían una relación. Se llamaba Marcos. Un hombre maduro de unos 49 años, muy educado y además muy culto.

No me opuse, no quería un padrastro; no quería que nadie ajeno a mi familia se metiera en mi vida pero pensé que estaba bien por ella. Además en la casa había espacio para todos y si eso la hacía feliz, yo no tendría problemas. Pronto me iría a buscar mi propio sitio y ella se iba a quedar sola, así que no era justo ser egoísta con ella porque siempre fue muy buena conmigo.

Y todo iba normal, mientras yo estaba en el instituto, ella trabajaba y en las noches cenábamos con Marcos. Yo me iba a mi habitación y luego de mis ejercicios, me dormía para seguir con mi rutina estudiantil de todos los días. Hasta el día que mi madre enfermo, tuvimos que llevarla al hospital y se quedó ahí con atenciones médicas. Estaba muy delicada y yo estaba muy triste, pero quería hacer todo para que ella estuviera tranquila mientras no estaba en casa.

Ella me pidió que estuviera atendiendo a Marcos, que hiciera la comida y lavar la ropa para que él pudiera trabajar tranquilo y así poder seguir mientras ella no estaba. Y no tuve problemas, igual tenía que hacerlo por mí y me servía de práctica para cuando viviera sola. Así que accedí a complacer a mamá para que ella estuviera tranquila.

Pero pasaron dos meses de hacer lo mismo y una vez a la semana la podíamos visitar. Yo iba luego de clases y a veces me encontraba allá con Marcos. Al volver a la casa, siempre hacia la comida y luego me iba a mi cuarto. Hasta que una noche me levanto al baño de la cocina, al pasar por la sala de madrugada, siento algunos suspiros y me asomo cuidadosamente para toparme con Marcos viendo porno. Me impresiono mucho y por suerte él no me pudo ver. Me devolví con mucho cuidado y fui al baño del cuarto de mamá que no había nadie.

Luego entre a mi habitación y me quede pensado, ya había visto su polla y realmente era grande. La luz de la pantalla de laptop dejaba que se viera todo el tamaño y no podía quitarme esa imagen de la cabeza. Entonces escucho unos pasos por el pasillo, pensé que era Marcos que ya se iba a dormir, pero siguieron hasta la puerta de mi habitación. Abrió suavemente la puerta y yo hice como si estuviera dormida. Empezó a tocar mi muslo suevamente y con mucho cuidado. De repente pone su dedo en mi culo y sentí algo de cosquillas que me obligaron a moverme.

Él rápidamente retiro su mano y yo prendí la luz de la lámpara que tenía muy cerca, pero no pidió disculpas y solo se quedó parado con su polla dura en las manos mirándome y respirando muy fuerte. Sin darme cuenta al verlo viendo porno sentí ganas, pero estaba en mi cuarto y el proceso de vergüenza se había saltado. Así que me voltee levantando mi culo e invitándolo a que lo siguiera haciendo. Se recostó sobre mí y empezó a frotar la cabeza de su pene con mi ano y se sentía muy rico.

Nunca tuve problemas por hacer el sexo anal, tenía muchos amigos que preferían meterla por detrás y ya estaba acostumbrada. Es la mejor forma de evitar el embarazo. Incluso lo disfruto mucho. Así que empecé a mover mis nalgas para invitarlo a penetrarme y luego de ponerse un poco de saliva, entro muy rápido. Dolió un poco al principio, pero luego que estaba dentro ya empecé a disfrutar. Y mientras clavaba mi ano, yo tocaba mi clítoris para estimularme y poder tener orgasmos, cuando de pronto sentí que su polla me entraba más sueva por detrás. Se había corrido dentro de mi ano y ahora entraba y salía más suave.

Una especie de lubricante natural y hace que sea mucho mejor la follada anal. Así que me empine a cuatro patas y me impulsaba hacia él para que me la metiera mucho más profundo. Pude venirme antes que él lo hiciera otra vez, pero me quedé ahí para que él terminara. Cuando lo hizo, me quede boca abajo y me tape con las sabanas, apague la luz y él supo que tenía que irse. No fui a lavarme porque cuando te acaban el culo no se sale el semen al menos que tú misma lo expulses pujando. Me quedé dormida y ahora unas dos noches por semana, Marcos entra a mi habitación para follarme el culo y me gusta mucho.

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