En la secundaria tuve muchas experiencias lésbicas. Realmente el sexo para mí no era cuestión de género sino de placer. Es muy rico sentir como una chica te besa, es único y muy diferente a cuando te besa un chico. Aunque en mi caso, ambos me gustan, pero en un punto tuve que elegir, sabía que tendría que hacerlo. En secundaria lo veía mas como un juego con mis amigas, algunas eran muy lindas y esos juegos eran muy excitantes, pero pasado un tiempo empecé a tener a novio.
Ya lo de besarme con mis amigas no era nada serio, tomábamos algo juntas, nos agarrábamos las tetas y nos dábamos besos, cosas de chicas solas con mucho licor. Pero luego de pasar unos años y crecer, ya las cosas cambiaron. Empleo, responsabilidades y las fiestas paran un poco. Luego vienen las relaciones serias y esos recuerdos de juventud alocada, se van quedando atrás.
Ahora vivo con mi novio, tenemos un año juntos y tuvimos un año antes compartir un piso. No sé si me voy a casar con él o qué pasara mañana, pero si estoy muy feliz con mi relación porque nos llevamos genial. Además es muy comprensivo y cariñoso conmigo, eso junto con el buen sexo que tenemos, me tiene muy contenta con él.
Pero todo empieza un día cuando él estaba en el sofá jugando a la consola, yo lo mire tan desprevenido y me apeteció llamar su atención. Entonces me acerque y empecé a tocarle su polla para ponerla dura y luego hacerle una mamada. Pasaron unos minutos y ya yo le estaba chupando la polla a mi novio y él se vio obligado a dejar el juego para seguir en lo nuestro. Todo iba normal, me tomo por la cintura y empezó a besar mis tetas con muchas ganas. Tengo tetas muy grandes, desproporcionalmente grandes y siempre supe que eso le gustaba mucho. Pero esa vez, yo estaba acostada, él tomaba una de ellas y besaba mi pezón mientras me miraba a los ojos.
Su boca estaba muy cerca de la mía y como tengo las tetas muy grandes, mi pezón también quedaba cerca mi boca. Ya me las había chupado yo misma, solo que no tenía idea que hacerlo frente a él iba a hacer que se excitara tanto. Y eso era lo que buscaba él precisamente. Pero no me lo pidió, más bien fui yo misma que lo hice por reflejo mientras tenía mi pezón tan cerca de mi boca y también su boca. Se puede decir que ambos estuvimos chupando mi pezón.
Ahí se abrió una puerta que ahora no quiero cerrar. A mí me encanta realmente, besar uno de mis pezones mientras mi novio besa otro y me mete la mano o la polla en el coño es genial. Es mucha estimulación y luego de probarlo, no quiero renunciar a ello. Entonces pasaron meses donde siempre estuvo presente eso en nuestras folladas. Hasta que un día empezamos a hablar sobre tetas y chicas. Se dio de forma muy espontánea y no sé porque me sentía tan relajada hablando con él en ese momento, pero sentí la confianza de confesarle que había estado con otras chicas… incluso: ¡estuve primero con chicas que con hombres!
Y fue cuando él me confeso lo excitante que le parecía el sexo lésbico. No es nada nuevo realmente, que un chico se excite viendo como dos mujeres se chupan el coño no es nada nuevo, pero la constante es que ese mismo chico quiera hacer un trio con ellas. Y no es que mi chico no quiera (no estoy preparada para eso y no quiero compartir a mi hombre), pero es que parece que la simple idea de saber que yo le chupo el coño a otra chica le excita mucho. Y yo, ahora que lo pienso, creo que soy bisexual porque me gusta mucho estar con mujeres. También con hombres, amo a mi novio, pero siempre me hace falta que una chica guapa me coma la raja.
Entonces, luego de mucho hablar, resulta que para mí chico está bien que yo este con mujeres. No se pone celoso, todo lo contrario. Adora que lo haga y hasta me impulsa a hacerlo. Obviamente, todo dentro de la sinceridad de la pareja, nos contamos todos y algunas veces, antes de follar, yo misma le cuento mis experiencias con mujeres y eso hace que se ponga muy caliente. Y yo me siento la mujer más feliz del mundo.